El objetivo de la terapia de pareja es ayudar a ambos a adquirir habilidades para la resolución de sus conflictos, o para tomar decisiones acerca de su futuro cuando la relación no es sostenible. A pesar de que suele ser uno de los miembros de la pareja el que toma la iniciativa de acudir a un profesional, es importante que a la terapia acudan los dos. Cuando uno de ellos se niega a hacerlo, también puede acudir uno por separado, pero habrá menos margen de intervención por parte del terapeuta hacia la pareja.
La Terapia de Pareja está indicado en situaciones tales como:
- Celos, desconfianza.
- Infidelidad y dudas.
- Pobre comunicación.
- Mayor implicación de uno de los miembros respecto a la relación.
- Dudas acerca de cómo abordar una situación o decisión importante.
- Dudas acerca de si seguir o no manteniendo la relación.
- Dificultades o problemas sexuales.
La Metodología en la terapia de pareja es la siguiente:
Generalmente se alternan sesiones individuales con sesiones conjuntas. En las individuales se aborda la dificultad o el malestar propio de cada uno de los miembros de la pareja que puedan estar implicados en el problema que tienen (por ejemplo, dificultad para expresar sentimientos, dependencia emocional etc…), mientras que en las conjuntas se abordan los problemas de relación. El principio básico de la terapia será asumir que cada uno debe comprometerse a hacer cambios sobre aquellos aspectos individuales que influyen en su relación de pareja y en la forma de relacionarse entre ellos.

Las sesiones suelen durar aproximadamente una hora, al igual que en el caso de las terapias individuales, y la duración del tratamiento variará en función del problema que presente la pareja, el grado de deterioro, y la evolución del tratamiento.
A lo largo del proceso terapéutico se trabajan aspectos tales como:
- la comunicación, la escucha activa, la reciprocidad, gratificaciones, nuevas formas de organización en pareja y más estrategias de afrontamiento que ayudan a potenciar el vínculo afectivo.